«Mala madre, mala mujer, puta, viciosa, dejada…» son estigmas sociales que penalizan a las adictas al alcohol, las discriminan respecto a los hombres y lastran su recuperación por el peso de la culpa acumulada durante muchos años de consumo, lo que dificulta su acceso a programas de desintoxicación y que lo hagan en situación de mayor gravedad que los pacientes masculinos. |