La alta tasa de positividad se debe a que la prueba solo se les realiza a los conductores que han resultado previamente positivos en alcohol y a los que presentan síntomas evidentes.
Una versión de bajo coste de la ketamina para tratar la depresión grave muestra que más de uno de cada cinco participantes lograba la remisión total de los síntomas tras un mes de inyecciones quincenales.