El aumento de la incidencia de tranquilizantes y ansiolíticos en los siniestros sitúa por primera vez a los positivos por encima de los negativos en análisis toxicológicos en España, el país con el mayor consumo mundial de estos medicamentos.
Los defensores de la reducción de daños consideran que su trabajo se desarrolla en un área legal ambigua y no colaboran con la policía. Algunos no trabajan con personas encarceladas porque asumen que dejan de consumir drogas, mientras que otros ven a la reducción de daños y el encarcelamiento como temas separados.
La drogadicción puede tener «un impacto profundo» en la vida de los jóvenes, por ello «los padres deben comunicarse con sus hijos cuando detecten algún comportamiento fuera de lo normal», para así «identificar el problema y buscar una solución», según ha explicado el especialista en adicciones en la asociación ARES y miembro del equipo educativo de CEMIN, Miguel Bueno.