Algunos pacientes que se pinchan esta familia de fármacos aseguran haber perdido las ganas de beber. Varios estudios explican que esta cascada de anécdotas tiene base científica, aunque no en todos los casos.
El estudio de la metamorfosis emocional que sufrimos y los distintos perfiles que se generan bajo los efectos de las copas ha sido objeto de estudios durante décadas.
Una investigación revela que el receptor opioide mu, una proteína de la superficie celular que permite recibir información por la unión de sustancias segregadas por otras células del cerebro, está relacionada con el dolor y la adicción a opioides a través de mecanismos neuroinmunes.