Los alucinógenos y los psicodélicos están estigmatizados y son ilegales en los estados miembros de la UE por las inquietudes que suscitan sus posibles efectos nocivos. Sin embargo, en otras partes del mundo, se elogian algunas de estas drogas por sus propiedades curativas y se consumen en ceremonias culturales y espirituales desde hace miles de años. |