Las restricciones han disminuido el consumo de sustancias ilegales. No obstante, tal y como alerta Lertxundi, cada vez más población abusa de fármacos.
«Es innegable que se han logrado algunos avances, la investigación recopilada en este informe muestra que en los últimos cinco años la brecha entre los compromisos políticos sobre el papel y los cambios significativos sobre el terreno ha seguido ampliándose.».