El estudio, de tipo retrospectivo, incluyó a personas con seguro médico público a quienes había sido prescrito un analgésico opioide para dolor no asociado a cáncer durante –al menos- 3 meses consecutivos en centros médicos de San Francisco entre los años 2017 y 2018. Los investigadores analizaron asociaciones entre la interrupción del tratamiento con opioides o cambios de dosis del 30% o superiores y el consumo de heroína o de opioides fuera de prescripción médica. |